Simulacro Saber 11 - Sociales y Ciudadanas - Dimensiones temporales y espaciales de eventos y problemáticas sociales

Comprender la dimensión temporal y la espacial permite ubicar y explicar fenómenos sociales con precisión.
La temporal señala el cuándo, su duración, ciclos y momentos de auge o declive.
La espacial indica el dónde, su localización, extensión y vínculos entre territorios urbanos y rurales.
Juntas aclaran causas y efectos, comparan épocas y regiones, y revelan magnitudes locales, regionales o globales.
Para identificarlas en textos, busca fechas o periodos, términos como cíclico o recurrente, y nombres de lugares, regiones o fronteras.
Ejemplos: el Bogotazo de 1948 con impacto duradero, o El Niño con recurrencia periódica que afecta zonas específicas.
Relacionar tiempo y espacio ayuda a leer críticamente migraciones, conflictos, industrialización y problemas ambientales.
Este enfoque fortalece tus respuestas en historia y competencias ciudadanas, útil para tu preparación y para el Simulacro Saber 11.
Para comprender y analizar a profundidad los hechos que ocurren en una sociedad, es fundamental tener en cuenta dos aspectos: la dimensión temporal y la dimensión espacial.
Ambos nos permiten ubicar, contextualizar y explicar los procesos históricos, económicos, culturales o ambientales, así como las problemáticas sociales que caracterizan a un territorio.
A continuación, se presenta una guía detallada que ayudará a identificar estas dimensiones y su importancia para el estudio de los fenómenos sociales.

¿Qué son las dimensiones temporales y espaciales?

Dimensión temporal: Se refiere al lapso o marco de tiempo en el que ocurre un suceso.
Puede ser corto, mediano o largo plazo.
Incluye aspectos como:
La periodicidad o repetición de un fenómeno (por ejemplo, una inundación estacional).
La duración y la continuidad de los procesos (décadas, siglos, años específicos).
Los momentos de auge o declive (por ejemplo, una “bonanza económica” concentrada en una década).
Dimensión espacial: Se centra en el lugar o los lugares donde se presentan los acontecimientos.
Incluye:
La localización específica (ciudad, región, país) de un problema o suceso.
El grado de difusión o concentración geográfica (si se limita a una zona puntual o si se extiende a varias regiones).
La relación entre distintos territorios (zonas rurales, fronterizas, costeras, montañosas, etc.) y cómo esto influye en la dinámica del fenómeno.

¿Por qué son importantes para entender los fenómenos sociales?

Contextualización integral: Al identificar el cuándo (temporal) y el dónde (espacial), podemos explicar por qué un fenómeno no ocurre en cualquier momento ni en cualquier lugar.
Claridad en la causa y el efecto: Algunos procesos se desatan por condiciones muy específicas de un tiempo y un espacio determinados (por ejemplo, la industrialización en ciudades puntuales a mediados del siglo XX).
Diferentes magnitudes de impacto: Un problema ambiental puede ser global, pero afectar de manera inmediata solo a ciertas regiones costeras en un momento histórico concreto.
Facilita la comparación entre territorios y épocas: Permite ver si un proceso histórico se repite en otros lugares o en diferentes momentos, y bajo qué condiciones.

Ejemplos de dimensión temporal

Hechos históricos específicos: El Bogotazo de 1948 tuvo un impacto inmediato en la ciudad y derivó en repercusiones políticas durante décadas.
Esto muestra un suceso puntual con secuelas en largo plazo.
Fenómenos cíclicos: El fenómeno de El Niño se presenta cada ciertos años, causando sequías o inundaciones en períodos recurrentes.
Procesos de larga duración: La colonización y la esclavitud en el siglo XVI influyen hasta hoy en desigualdades que se han mantenido a lo largo de los siglos.
Episodios de corta duración pero alto impacto: Algunas protestas sociales estallan en momentos muy concretos, como ocurrió en 2019 o 2021, y en cuestión de semanas generan cambios o tensiones específicas.

Ejemplos de dimensión espacial

Concentrada o localizada: Cuando un evento afecta de modo notable solo a ciertas zonas (por ejemplo, la industrialización en Medellín, Cali o Barranquilla).
Difusa: Un fenómeno que se expande por varias regiones sin un punto principal de origen (por ejemplo, una epidemia que se propaga rápidamente).
Regionalizada: Un proceso muy marcado en una región geográfica (fronteras, áreas costeras, selvas), como la migración venezolana en ciudades limítrofes (Cúcuta, Maicao).
Interconectada: Problemas que inician en zonas rurales (cultivos ilícitos) pero generan consecuencias en grandes ciudades debido a la llegada de población desplazada o la influencia en la seguridad ciudadana.

Cómo identificar la dimensión temporal en un texto o problemática

Busca referencias cronológicas: Años, décadas, siglos, etapas históricas (por ejemplo, “en 1985”, “durante la Guerra de los Mil Días”, “a mediados del siglo XX”).
Atiende a la duración: El texto señala si el fenómeno es breve o prolongado (“duró pocos meses”, “impactó durante décadas”).
Observa la repetición: Palabras como “estacional”, “cíclico” o “recurrente” indican la temporalidad de un fenómeno (inundaciones anuales, protestas cada cierto tiempo).
Examina las consecuencias: A veces, un hecho puntual genera efectos duraderos, lo que sugiere un “antes y un después” en la historia.

Cómo identificar la dimensión espacial

Ubicación geográfica exacta: Nombres de ciudades, municipios, departamentos, regiones (Catatumbo, Cartagena, Bogotá).
Extensión del territorio afectado: Se menciona una zona puntual, como el norte de Bogotá, o un área fronteriza, o incluso todo el país.
Enfoque territorial: Un problema puede estar ligado al campo (áreas rurales con baja presencia estatal) o a la urbe (sobrepoblación, congestión vial).
Conexión entre regiones: ¿Hay migraciones desde el campo hacia la ciudad? ¿Existe comercio que vincula diferentes territorios y genera desequilibrios?

Consejos para el estudio y la aplicación práctica

Lee con atención las palabras que indican el lugar: “costa”, “río Magdalena”, “Andes”, “Amazonía”.
Esto te orienta a la dimensión espacial.
Ubica el suceso en una línea de tiempo: Busca datos como “siglo XIX” o “período de 2015 a 2016” para enmarcar la dimensión temporal.
Relación con procesos mayores: Una migración rural-urbana no es un fenómeno aislado, sino que se inscribe en un contexto histórico y territorial más amplio (industrialización, conflictos armados, búsqueda de oportunidades económicas).
Práctica de lectura crítica: En muchos exámenes o en la vida académica, reconocer si el texto destaca lo temporal (época, duración) o lo espacial (lugar, concentración geográfica) te permitirá responder con precisión.
Conecta ambos planos: A menudo, la comprensión integral de un suceso requiere relacionar cuándo sucedió con dónde ocurrió y por qué ese lugar y ese momento histórico fueron determinantes.

Relevancia en la formación académica

Este tipo de análisis es frecuente en pruebas de competencias ciudadanas e historia, en donde se pregunta por la pertinencia de ubicar un fenómeno en un determinado lugar y periodo.
En el Saber 11, se evalúa la capacidad de contextualizar un evento y entender el porqué de su ocurrencia.
Quienes se preparan para el ICFES Saber 11 deben ser hábiles para identificar de qué manera los aspectos espaciales y temporales inciden en la vida política, económica y social de un país.
Además, en el Examen Saber 11, se presentan textos y casos donde se exige precisar la naturaleza del problema (si es local, regional, nacional o global, y si es de corto, mediano o largo plazo).

Ejemplo de caso práctico

Si lees un pasaje sobre la “Guerra de los Mil Días” (1899-1902), la dimensión temporal te indica que fue a finales del siglo XIX y comienzos del XX, lo cual influye en la configuración política de la época y en los conflictos partidistas de larga duración.
Al mismo tiempo, la dimensión espacial señala que gran parte de los combates se dio en zonas rurales, pero sus repercusiones también alcanzaron a ciudades importantes como Bogotá, que sufrió alteraciones en su estabilidad política.

Conclusiones

La dimensión temporal evidencia la duración, la recurrencia o la especificidad histórica de un suceso.
La dimensión espacial muestra el lugar o los territorios afectados, su magnitud y la concentración o dispersión del fenómeno.
Entender ambos aspectos es esencial para analizar de forma crítica la realidad social, económica, política y cultural de una región.
Con un enfoque multicausal (lugar y tiempo), es posible encontrar relaciones más profundas entre los sucesos y sus consecuencias.
Desarrollar estas habilidades de razonamiento permite responder con eficiencia en la vida académica y en pruebas como el Saber 11, al presentar distintas problemáticas históricas, geográficas o sociales.
Con esta orientación, podrás abordar de manera sólida las preguntas que se enfoquen en las dimensiones temporales y espaciales de eventos y problemáticas sociales, enriqueciendo tu visión crítica y tu habilidad para comprender el mundo desde la perspectiva del tiempo y el espacio.
¡Práctica constante y observación detallada son claves para dominar este tipo de análisis!