Simulacro Saber 11 - Diferenciación entre textos continuos (literarios e informativos) y discontinuos (infografías, cómics, tablas, etc.)
Dominar la diferencia entre textos continuos y discontinuos potencia la comprensión lectora necesaria en evaluaciones modernas.
Estos últimos muestran información en tablas, diagramas o infografías, permitiendo localizar datos rápidamente; los primeros desarrollan ideas de forma lineal y detallada.
Al estudiar, conviene transformar párrafos en esquemas para sintetizar contenidos y luego volver al texto completo para profundizar.
Así entrenas análisis global y puntual, habilidad clave en literatura, ciencias y vida cotidiana.
Practicar ambos formatos facilita responder preguntas que combinan narraciones con gráficos explicativos en el Simulacro Saber 11 y otros exámenes nacionales.
Adaptar tu estrategia de lectura a cada formato asegura mejores resultados.
Estos últimos muestran información en tablas, diagramas o infografías, permitiendo localizar datos rápidamente; los primeros desarrollan ideas de forma lineal y detallada.
Al estudiar, conviene transformar párrafos en esquemas para sintetizar contenidos y luego volver al texto completo para profundizar.
Así entrenas análisis global y puntual, habilidad clave en literatura, ciencias y vida cotidiana.
Practicar ambos formatos facilita responder preguntas que combinan narraciones con gráficos explicativos en el Simulacro Saber 11 y otros exámenes nacionales.
Adaptar tu estrategia de lectura a cada formato asegura mejores resultados.
Diferenciación entre textos continuos (literarios e informativos) y discontinuos (infografías, cómics, tablas, etc.) - Exámenes difícilesDiferenciación entre textos continuos (literarios e informativos) y discontinuos (infografías, cómics, tablas, etc.) - Exámenes intermediosDiferenciación entre textos continuos (literarios e informativos) y discontinuos (infografías, cómics, tablas, etc.) - Exámenes fáciles
A lo largo de la historia de la comunicación escrita, se han desarrollado diversas maneras de presentar la información.
Dentro de esas formas, podemos hablar de textos continuos y textos discontinuos.
Conocer sus diferencias, características y usos resulta fundamental para mejorar nuestra comprensión lectora, especialmente cuando enfrentamos evaluaciones académicas.
A continuación, encontrarás una guía completa para identificar, analizar y aprovechar al máximo ambos tipos de textos.
Esta información es especialmente útil para quienes buscan reforzar sus habilidades en la lectura y la escritura.
Siguen un desarrollo lógico o narrativo que progresa de forma lineal (de inicio a fin) y profundiza en el tema con mayor detalle.
Dentro de los textos continuos se encuentran:
Textos literarios: cuentos, novelas, poemas, obras de teatro.
Poseen recursos estilísticos y buscan generar una experiencia estética o emocional en el lector.
Pueden incluir diálogos, personajes, conflictos y un desenlace.
Textos informativos o expositivos: artículos periodísticos, ensayos, reportajes, textos académicos.
Se enfocan en transmitir información objetiva o presentar argumentos.
Pueden incluir explicaciones detalladas, citas, datos, estadísticas (aunque normalmente integradas de forma lineal en el texto).
En los textos continuos, la progresión lógica es fundamental.
El contenido avanza de manera organizada: introducción, desarrollo y conclusión (o nudo y desenlace, si se trata de narraciones).
Además, cada párrafo suele construir o ampliar las ideas del anterior.
Emplean elementos como:
Tablas: organizan datos en filas y columnas para comparar o resumir información.
Diagramas de flujo: muestran pasos o procesos mediante símbolos y flechas.
Infografías: combinan texto breve con imágenes, íconos y gráficos para explicar un tema de forma rápida y atractiva.
Mapas conceptuales: establecen jerarquías y relaciones entre ideas principales y secundarias a través de nodos y líneas conectoras.
Cómics: aunque contienen un hilo narrativo, se sirven de viñetas, dibujos y diálogos para transmitir la historia.
Esto los acerca a la categoría de texto discontinuo por su dimensión visual.
En un texto discontinuo, la organización es menos lineal y más enfocada en la representación visual de la información.
Esto facilita la comprensión rápida de datos, comparaciones y patrones, ya que el lector puede “saltar” directamente a la sección o elemento de su interés.
Los textos continuos se basan en párrafos secuenciales y detallados.
Los textos discontinuos dependen de esquemas, diagramas o elementos gráficos para comunicar.
Forma de lectura:
En un texto continuo, es recomendable leer de principio a fin para no perder el hilo argumental o expositivo.
En un texto discontinuo, a menudo se puede extraer información puntual sin necesidad de recorrerlo en un orden fijo.
Profundidad de la información:
Los textos continuos suelen ofrecer un desarrollo más amplio y detallado, con matices y explicaciones extensas.
Los textos discontinuos sintetizan la información, permitiendo al lector interpretarla de manera más inmediata.
Objetivo de comunicación:
Los textos continuos pueden apuntar a la emoción (literarios) o a la exposición y el análisis (informativos).
Los textos discontinuos buscan la claridad y la rapidez de acceso a los datos, siendo comunes en ámbitos científicos, periodísticos y educativos.
Ensayo filosófico: presenta reflexiones y argumentos en párrafos que profundizan gradualmente en el tema.
Artículo de opinión: explica un punto de vista personal sobre un asunto de actualidad, en un desarrollo argumentativo coherente.
Reportaje periodístico: ofrece información detallada de un suceso, con antecedentes, testimonios y análisis.
Tabla comparativa: muestra diferencias o similitudes entre varias categorías de manera clara y organizada.
Mapa conceptual: relaciona conceptos en diferentes niveles de jerarquía, uniendo ideas con flechas y palabras clave.
Infografía: mezcla ilustraciones, números clave y texto breve para resumir información compleja en un solo espacio.
Cómic: combina ilustraciones y diálogos en viñetas, narrando una historia de forma gráfica y secuencial.
Los libros de texto modernos suelen incluir ambos formatos para:
Favorecer diferentes estilos de aprendizaje: algunos estudiantes retienen mejor la información con narraciones detalladas, mientras que otros necesitan esquemas o diagramas para estructurar los contenidos.
Fortalecer habilidades de síntesis y análisis: el uso de tablas, mapas conceptuales y diagramas de flujo fomenta la capacidad de resumir información y establecer conexiones entre ideas.
Estimular la participación en clase: las representaciones visuales pueden ayudar a que la explicación de un tema sea más dinámica y atractiva.
Muchas preguntas de comprensión lectora en exámenes académicos incluyen textos discontinuos, por lo que es esencial aprender a interpretarlos adecuadamente.
Por ejemplo, quienes se preparan para el Saber 11 deben prestar especial atención a las diversas formas en que pueden aparecer los textos discontinuos en una prueba.
Estos textos discontinuos:
Ofrecen una lectura rápida de resultados experimentales, comparaciones estadísticas y hallazgos relevantes.
Permiten identificar patrones o tendencias en la información de manera más clara que en un texto continuo con múltiples párrafos.
Complementan el artículo científico: la parte escrita (texto continuo) explica con detalle la metodología, hipótesis y conclusiones, mientras que los gráficos y tablas (texto discontinuo) ayudan a resumir los hallazgos.
En el ICFES Saber 11, se pueden encontrar preguntas que miden la habilidad para extraer conclusiones de un texto científico con apoyo de tablas o gráficos.
Este enfoque integral mide la capacidad de:
Comprender de forma profunda un texto lineal.
Analizar datos concretos en gráficos o esquemas.
Aplicar la información presentada en diferentes contextos.
En el Examen Saber 11, por ejemplo, se presentan fragmentos expositivos combinados con ilustraciones o tablas.
Esto requiere que el estudiante relacione ambos formatos para encontrar la respuesta correcta.
Alterna con la interpretación de infografías, diagramas, tablas y otros recursos visuales.
Construye tus propios esquemas: cuando estudies, practica la transformación de un texto continuo en un mapa conceptual o en una tabla comparativa.
Esto fortalece tu capacidad de síntesis.
Observa la relación entre texto e imagen: en un cómic o en un artículo con infografía, fíjate en cómo los elementos gráficos apoyan la información escrita.
Practica con modelos de evaluación: si piensas presentar exámenes nacionales, como el Examen Saber 11, es recomendable familiarizarte con preguntas que incluyan diferentes tipos de texto.
Analiza con detalle: verifica títulos, subtítulos, leyendas, ejes (en gráficos) o etiquetas (en tablas).
Toda esa información te orienta para la comprensión global.
La Preparación Saber 11 implica una lectura crítica de todos los formatos textuales que puedan surgir en las evaluaciones.
Textos discontinuos: organizan el contenido en elementos visuales (tablas, gráficas, mapas conceptuales, infografías), facilitando la comprensión rápida y la comparación de datos.
Ambos formatos son complementarios y resultan esenciales en la formación académica, la divulgación de investigaciones científicas y la comunicación diaria.
En la mayoría de los contextos educativos modernos, especialmente en la lectura y comprensión de las pruebas nacionales, se alterna el uso de textos continuos y discontinuos para evaluar la competencia lectora.
Desarrollar habilidades para entender y crear ambos tipos de textos asegura un mejor desempeño en la vida académica y profesional.
Este panorama general te servirá para comprender las diferencias y similitudes entre los textos continuos y discontinuos.
Además, te permitirá responder con seguridad las preguntas de cualquier evaluación que involucre la identificación, el análisis o la comparación de ambos tipos de textos.
¡Sigue practicando y verás cómo tu habilidad lectora se fortalece cada día más!
Dentro de esas formas, podemos hablar de textos continuos y textos discontinuos.
Conocer sus diferencias, características y usos resulta fundamental para mejorar nuestra comprensión lectora, especialmente cuando enfrentamos evaluaciones académicas.
A continuación, encontrarás una guía completa para identificar, analizar y aprovechar al máximo ambos tipos de textos.
Esta información es especialmente útil para quienes buscan reforzar sus habilidades en la lectura y la escritura.
¿Qué son los textos continuos?
Los textos continuos son aquellos que se estructuran en párrafos y oraciones conectadas de manera secuencial.Siguen un desarrollo lógico o narrativo que progresa de forma lineal (de inicio a fin) y profundiza en el tema con mayor detalle.
Dentro de los textos continuos se encuentran:
Textos literarios: cuentos, novelas, poemas, obras de teatro.
Poseen recursos estilísticos y buscan generar una experiencia estética o emocional en el lector.
Pueden incluir diálogos, personajes, conflictos y un desenlace.
Textos informativos o expositivos: artículos periodísticos, ensayos, reportajes, textos académicos.
Se enfocan en transmitir información objetiva o presentar argumentos.
Pueden incluir explicaciones detalladas, citas, datos, estadísticas (aunque normalmente integradas de forma lineal en el texto).
En los textos continuos, la progresión lógica es fundamental.
El contenido avanza de manera organizada: introducción, desarrollo y conclusión (o nudo y desenlace, si se trata de narraciones).
Además, cada párrafo suele construir o ampliar las ideas del anterior.
¿Qué son los textos discontinuos?
Los textos discontinuos presentan la información de manera visual o fragmentada, es decir, no siguen la estructura lineal propia de los párrafos extensos.Emplean elementos como:
Tablas: organizan datos en filas y columnas para comparar o resumir información.
Diagramas de flujo: muestran pasos o procesos mediante símbolos y flechas.
Infografías: combinan texto breve con imágenes, íconos y gráficos para explicar un tema de forma rápida y atractiva.
Mapas conceptuales: establecen jerarquías y relaciones entre ideas principales y secundarias a través de nodos y líneas conectoras.
Cómics: aunque contienen un hilo narrativo, se sirven de viñetas, dibujos y diálogos para transmitir la historia.
Esto los acerca a la categoría de texto discontinuo por su dimensión visual.
En un texto discontinuo, la organización es menos lineal y más enfocada en la representación visual de la información.
Esto facilita la comprensión rápida de datos, comparaciones y patrones, ya que el lector puede “saltar” directamente a la sección o elemento de su interés.
Diferencias principales entre los textos continuos y discontinuos
Estructura:Los textos continuos se basan en párrafos secuenciales y detallados.
Los textos discontinuos dependen de esquemas, diagramas o elementos gráficos para comunicar.
Forma de lectura:
En un texto continuo, es recomendable leer de principio a fin para no perder el hilo argumental o expositivo.
En un texto discontinuo, a menudo se puede extraer información puntual sin necesidad de recorrerlo en un orden fijo.
Profundidad de la información:
Los textos continuos suelen ofrecer un desarrollo más amplio y detallado, con matices y explicaciones extensas.
Los textos discontinuos sintetizan la información, permitiendo al lector interpretarla de manera más inmediata.
Objetivo de comunicación:
Los textos continuos pueden apuntar a la emoción (literarios) o a la exposición y el análisis (informativos).
Los textos discontinuos buscan la claridad y la rapidez de acceso a los datos, siendo comunes en ámbitos científicos, periodísticos y educativos.
Ejemplos de textos continuos
Novela histórica: relata hechos pasados con personajes e hilos narrativos.Ensayo filosófico: presenta reflexiones y argumentos en párrafos que profundizan gradualmente en el tema.
Artículo de opinión: explica un punto de vista personal sobre un asunto de actualidad, en un desarrollo argumentativo coherente.
Reportaje periodístico: ofrece información detallada de un suceso, con antecedentes, testimonios y análisis.
Ejemplos de textos discontinuos
Gráfico de barras o líneas: ideal para visualizar tendencias en datos numéricos a lo largo del tiempo.Tabla comparativa: muestra diferencias o similitudes entre varias categorías de manera clara y organizada.
Mapa conceptual: relaciona conceptos en diferentes niveles de jerarquía, uniendo ideas con flechas y palabras clave.
Infografía: mezcla ilustraciones, números clave y texto breve para resumir información compleja en un solo espacio.
Cómic: combina ilustraciones y diálogos en viñetas, narrando una historia de forma gráfica y secuencial.
Importancia en la educación
En la actualidad, la combinación de textos continuos y discontinuos se ha convertido en una estrategia fundamental para optimizar el aprendizaje.Los libros de texto modernos suelen incluir ambos formatos para:
Favorecer diferentes estilos de aprendizaje: algunos estudiantes retienen mejor la información con narraciones detalladas, mientras que otros necesitan esquemas o diagramas para estructurar los contenidos.
Fortalecer habilidades de síntesis y análisis: el uso de tablas, mapas conceptuales y diagramas de flujo fomenta la capacidad de resumir información y establecer conexiones entre ideas.
Estimular la participación en clase: las representaciones visuales pueden ayudar a que la explicación de un tema sea más dinámica y atractiva.
Muchas preguntas de comprensión lectora en exámenes académicos incluyen textos discontinuos, por lo que es esencial aprender a interpretarlos adecuadamente.
Por ejemplo, quienes se preparan para el Saber 11 deben prestar especial atención a las diversas formas en que pueden aparecer los textos discontinuos en una prueba.
Cómo se aplican en la divulgación científica
En la divulgación científica, se recurre constantemente a gráficos, esquemas y tablas para simplificar temas complejos y hacerlos accesibles a un público más amplio.Estos textos discontinuos:
Ofrecen una lectura rápida de resultados experimentales, comparaciones estadísticas y hallazgos relevantes.
Permiten identificar patrones o tendencias en la información de manera más clara que en un texto continuo con múltiples párrafos.
Complementan el artículo científico: la parte escrita (texto continuo) explica con detalle la metodología, hipótesis y conclusiones, mientras que los gráficos y tablas (texto discontinuo) ayudan a resumir los hallazgos.
En el ICFES Saber 11, se pueden encontrar preguntas que miden la habilidad para extraer conclusiones de un texto científico con apoyo de tablas o gráficos.
Relación con los exámenes académicos y evaluaciones
En evaluaciones académicas, suele combinarse la lectura de textos continuos (por ejemplo, un pasaje literario) con la interpretación de textos discontinuos (una infografía que acompañe el texto anterior).Este enfoque integral mide la capacidad de:
Comprender de forma profunda un texto lineal.
Analizar datos concretos en gráficos o esquemas.
Aplicar la información presentada en diferentes contextos.
En el Examen Saber 11, por ejemplo, se presentan fragmentos expositivos combinados con ilustraciones o tablas.
Esto requiere que el estudiante relacione ambos formatos para encontrar la respuesta correcta.
Recomendaciones de estudio y práctica
Lee textos variados: cuentos, novelas, artículos, ensayos, reportajes, manuales.Alterna con la interpretación de infografías, diagramas, tablas y otros recursos visuales.
Construye tus propios esquemas: cuando estudies, practica la transformación de un texto continuo en un mapa conceptual o en una tabla comparativa.
Esto fortalece tu capacidad de síntesis.
Observa la relación entre texto e imagen: en un cómic o en un artículo con infografía, fíjate en cómo los elementos gráficos apoyan la información escrita.
Practica con modelos de evaluación: si piensas presentar exámenes nacionales, como el Examen Saber 11, es recomendable familiarizarte con preguntas que incluyan diferentes tipos de texto.
Analiza con detalle: verifica títulos, subtítulos, leyendas, ejes (en gráficos) o etiquetas (en tablas).
Toda esa información te orienta para la comprensión global.
La Preparación Saber 11 implica una lectura crítica de todos los formatos textuales que puedan surgir en las evaluaciones.
Conclusiones
Textos continuos: se fundamentan en párrafos secuenciales y presentan un desarrollo coherente y detallado de la información.Textos discontinuos: organizan el contenido en elementos visuales (tablas, gráficas, mapas conceptuales, infografías), facilitando la comprensión rápida y la comparación de datos.
Ambos formatos son complementarios y resultan esenciales en la formación académica, la divulgación de investigaciones científicas y la comunicación diaria.
En la mayoría de los contextos educativos modernos, especialmente en la lectura y comprensión de las pruebas nacionales, se alterna el uso de textos continuos y discontinuos para evaluar la competencia lectora.
Desarrollar habilidades para entender y crear ambos tipos de textos asegura un mejor desempeño en la vida académica y profesional.
Este panorama general te servirá para comprender las diferencias y similitudes entre los textos continuos y discontinuos.
Además, te permitirá responder con seguridad las preguntas de cualquier evaluación que involucre la identificación, el análisis o la comparación de ambos tipos de textos.
¡Sigue practicando y verás cómo tu habilidad lectora se fortalece cada día más!