Simulacro Saber 11 - Lectura Crítica - Reconocimiento de la estructura formal del texto
Comprender la estructura formal de un texto ayuda a localizar introducción, desarrollo y conclusión con rapidez.
La introducción enuncia el tema y plantea la tesis.
El desarrollo expone argumentos u ordena hechos con conectores claros.
La conclusión sintetiza las ideas e invita a la reflexión.
Reconocer estos apartados facilita responder preguntas de función textual y mejorar la escritura académica.
Observa títulos, subtítulos y la secuencia de párrafos para detectar cambios de tema.
Identifica conectores como sin embargo, por lo tanto o en primer lugar, pues señalan relaciones lógicas entre ideas.
Cuando practiques para el Simulacro Saber 11, subraya la tesis y relaciona cada párrafo con ella.
Así fortalecerás la comprensión crítica y la organización de tus propios ensayos.
Esta destreza también optimiza el estudio al permitirte elaborar resúmenes estructurados y mapas conceptuales precisos.
La introducción enuncia el tema y plantea la tesis.
El desarrollo expone argumentos u ordena hechos con conectores claros.
La conclusión sintetiza las ideas e invita a la reflexión.
Reconocer estos apartados facilita responder preguntas de función textual y mejorar la escritura académica.
Observa títulos, subtítulos y la secuencia de párrafos para detectar cambios de tema.
Identifica conectores como sin embargo, por lo tanto o en primer lugar, pues señalan relaciones lógicas entre ideas.
Cuando practiques para el Simulacro Saber 11, subraya la tesis y relaciona cada párrafo con ella.
Así fortalecerás la comprensión crítica y la organización de tus propios ensayos.
Esta destreza también optimiza el estudio al permitirte elaborar resúmenes estructurados y mapas conceptuales precisos.
La estructura formal de un texto define el modo en que se organizan sus ideas principales y secundarias, así como el orden en el que se exponen.
Identificar correctamente esa estructura es una habilidad clave en la comprensión lectora y en la producción de textos.
Conocer la función y ubicación de la introducción, el desarrollo, la conclusión y otros apartados específicos permite al lector y al escritor comunicarse de manera clara y efectiva.
Los estudiantes que se preparan para el Saber 11 desarrollan estrategias que les ayudan a reconocer las partes esenciales de un texto.
Comprender cómo se articulan los elementos de la estructura textual facilita el análisis de contenidos de todo tipo, desde textos académicos hasta crónicas o ensayos de opinión.
Este aspecto cobra relevancia en el ICFES Saber 11, donde la lectura crítica y la comprensión de la intención del autor son evaluadas mediante preguntas que exigen identificar la función de cada parte del texto.
La estructura aporta una guía que orienta al lector a lo largo de la obra.
Cuando se aborda la lectura de un informe científico, un ensayo argumentativo, una noticia periodística o un texto literario, reconocer las secciones de introducción, desarrollo y conclusión (o partes equivalentes) proporciona una visión panorámica que facilita la asimilación del contenido.
Propósito: Dar a conocer el tema y plantear objetivos.
En algunos textos, se utiliza para presentar la tesis principal o la hipótesis que se desarrollará más adelante.
Estructura típica: Menciona antecedentes, justifica la relevancia del tema y define el enfoque.
En un texto académico, introduce el marco conceptual.
En una noticia, se presenta el lead o entradilla con los datos básicos para atrapar la atención del lector.
Desarrollo o cuerpo
Propósito: Exponer argumentos, datos, experiencias, pruebas o reflexiones.
En el caso de un texto divulgativo o científico, se incluyen secciones como metodología, marco teórico o resultados.
Organización interna:
Cronológica: Se narra el suceso según el orden temporal de los acontecimientos.
Comparación-contraste: Se analizan las diferencias y similitudes entre dos o más elementos.
Causa-efecto: Explica cómo un hecho desencadena otro.
Problema-solución: Identifica un conflicto inicial y presenta posibles resoluciones.
Importancia de la coherencia: Cada párrafo debe abordar una idea principal y, a la vez, relacionarse con el conjunto.
El uso de conectores (por ejemplo, “sin embargo”, “por lo tanto”) contribuye a la continuidad argumentativa.
Conclusión o cierre
Propósito: Retomar los puntos principales, reforzar la tesis planteada y dejar una reflexión final al lector.
Características:
No introduce ideas que no se hayan mencionado en el desarrollo.
Resume los hallazgos o la postura del autor.
Sugiere proyecciones, preguntas o comentarios que inviten a la reflexión.
Se reconoce por la presencia clara de una tesis, seguida de argumentos que la sustentan y una conclusión que refuerza la postura del autor.
Introducción: Muestra la tesis y la relevancia del tema.
Desarrollo: Explica los argumentos, ilustra con evidencias y aborda posibles objeciones.
Conclusión: Cierra el debate con un refuerzo de la tesis o una síntesis de los argumentos más fuertes.
Texto expositivo
Predomina el afán de informar y aclarar un tema de manera objetiva.
Organización: Puede adoptar formas variadas, como compare-contrast, causa-efecto o secuencia lógica.
Lenguaje: Tiende a ser neutro y usa conectores para clarificar el hilo de ideas.
Texto narrativo
Sigue una secuencia de acontecimientos en la que se describen personajes, lugares y situaciones.
Orden cronológico: Es habitual, aunque puede haber saltos temporales si el autor lo decide.
Clímax y desenlace: A menudo, el texto se estructura en torno a un conflicto que lleva a su punto álgido para luego mostrar su resolución.
Informe científico o académico
Incluye apartados muy delimitados: introducción, marco teórico, metodología, resultados, discusión y conclusiones.
Metodología: Explica cómo se llevó a cabo la investigación.
Resultados y discusión: Presenta los hallazgos y los compara con estudios anteriores.
Referencias bibliográficas: Permite al lector verificar las fuentes empleadas.
Noticia periodística
Pirámide invertida: La información crucial se ubica en el primer párrafo (quién, qué, cuándo, dónde, cómo, por qué) y luego se añaden detalles complementarios.
Objetivo: Informa hechos de manera clara y directa, dejando lo más relevante al inicio.
Fundamental en trabajos de investigación.
Proporciona definiciones conceptuales y revisiones de literatura relacionadas con el tema estudiado.
Discusión
Permite enfrentar los resultados obtenidos con estudios previos o hipótesis.
Su fin es analizar implicaciones, limitaciones y alcances.
Resumen o abstract
Síntesis inicial, común en artículos científicos, donde se presenta brevemente el objetivo, la metodología, los resultados y la conclusión.
Localizar las palabras clave: En especial para textos expositivos o divulgativos, ayudan a comprender la secuencia o el propósito de cada parte.
Observar el uso de conectores: “Por otro lado”, “en contraste”, “finalmente”, entre otros, son señales de cambio temático o de conclusión.
Estudiar los títulos, subtítulos o epígrafes: Dividen el contenido en secciones más pequeñas, lo que agiliza la lectura y la localización de la información.
Relacionar introducción y conclusión: Estos apartados deben coincidir en sus propósitos, respondiendo a las preguntas iniciales y dando cierre coherente al planteamiento del texto.
Quienes se familiarizan con la identificación de estas partes y su función logran responder de modo certero.
Dominar esta habilidad también beneficia a estudiantes durante la Preparación Saber 11, cuando practican con ejercicios de lectura que exigen diferenciar las secciones del texto o explicar por qué un autor elige cierto orden cronológico o temático.
La introducción define brevemente la importancia de buscar alternativas limpias.
El desarrollo describe el problema de la dependencia de combustibles fósiles y propone soluciones (paneles solares, energía eólica).
Es posible que se ofrezca un contraste con ejemplos de países que ya usan estas tecnologías.
Finalmente, la conclusión retoma la urgencia de la transición energética y plantea la necesidad de mayor inversión en investigación.
Esta secuencia lógica muestra un texto expositivo con algunos rasgos argumentativos.
Queda claro el orden de la información y se comprende la postura del autor.
Cualquier lector o autor que identifique con precisión las partes de un texto y su función estará en una posición privilegiada para interpretar ideas o exponerlas con efectividad.
Esta habilidad resulta esencial tanto en el ámbito académico como en la práctica diaria de la comunicación, en documentos formales, divulgativos y periodísticos.
Comprender el orden y la finalidad de cada sección hace que la lectura sea más amena y el estudio más productivo.
Dedicar tiempo a analizar la estructura de un texto, preguntarse por qué se presenta un capítulo antes que otro o qué busca el autor con el uso de cada apartado, enriquece la experiencia lectora y afianza la capacidad crítica de cualquier estudiante.
Identificar correctamente esa estructura es una habilidad clave en la comprensión lectora y en la producción de textos.
Conocer la función y ubicación de la introducción, el desarrollo, la conclusión y otros apartados específicos permite al lector y al escritor comunicarse de manera clara y efectiva.
Los estudiantes que se preparan para el Saber 11 desarrollan estrategias que les ayudan a reconocer las partes esenciales de un texto.
Comprender cómo se articulan los elementos de la estructura textual facilita el análisis de contenidos de todo tipo, desde textos académicos hasta crónicas o ensayos de opinión.
Importancia de reconocer la estructura de un texto
La estructura formal de un texto no solo aporta claridad sino que permite organizar de manera coherente los argumentos y la información.Este aspecto cobra relevancia en el ICFES Saber 11, donde la lectura crítica y la comprensión de la intención del autor son evaluadas mediante preguntas que exigen identificar la función de cada parte del texto.
La estructura aporta una guía que orienta al lector a lo largo de la obra.
Cuando se aborda la lectura de un informe científico, un ensayo argumentativo, una noticia periodística o un texto literario, reconocer las secciones de introducción, desarrollo y conclusión (o partes equivalentes) proporciona una visión panorámica que facilita la asimilación del contenido.
Principales secciones y su función en la estructura
IntroducciónPropósito: Dar a conocer el tema y plantear objetivos.
En algunos textos, se utiliza para presentar la tesis principal o la hipótesis que se desarrollará más adelante.
Estructura típica: Menciona antecedentes, justifica la relevancia del tema y define el enfoque.
En un texto académico, introduce el marco conceptual.
En una noticia, se presenta el lead o entradilla con los datos básicos para atrapar la atención del lector.
Desarrollo o cuerpo
Propósito: Exponer argumentos, datos, experiencias, pruebas o reflexiones.
En el caso de un texto divulgativo o científico, se incluyen secciones como metodología, marco teórico o resultados.
Organización interna:
Cronológica: Se narra el suceso según el orden temporal de los acontecimientos.
Comparación-contraste: Se analizan las diferencias y similitudes entre dos o más elementos.
Causa-efecto: Explica cómo un hecho desencadena otro.
Problema-solución: Identifica un conflicto inicial y presenta posibles resoluciones.
Importancia de la coherencia: Cada párrafo debe abordar una idea principal y, a la vez, relacionarse con el conjunto.
El uso de conectores (por ejemplo, “sin embargo”, “por lo tanto”) contribuye a la continuidad argumentativa.
Conclusión o cierre
Propósito: Retomar los puntos principales, reforzar la tesis planteada y dejar una reflexión final al lector.
Características:
No introduce ideas que no se hayan mencionado en el desarrollo.
Resume los hallazgos o la postura del autor.
Sugiere proyecciones, preguntas o comentarios que inviten a la reflexión.
Estructuras específicas en distintos tipos de texto
Texto argumentativoSe reconoce por la presencia clara de una tesis, seguida de argumentos que la sustentan y una conclusión que refuerza la postura del autor.
Introducción: Muestra la tesis y la relevancia del tema.
Desarrollo: Explica los argumentos, ilustra con evidencias y aborda posibles objeciones.
Conclusión: Cierra el debate con un refuerzo de la tesis o una síntesis de los argumentos más fuertes.
Texto expositivo
Predomina el afán de informar y aclarar un tema de manera objetiva.
Organización: Puede adoptar formas variadas, como compare-contrast, causa-efecto o secuencia lógica.
Lenguaje: Tiende a ser neutro y usa conectores para clarificar el hilo de ideas.
Texto narrativo
Sigue una secuencia de acontecimientos en la que se describen personajes, lugares y situaciones.
Orden cronológico: Es habitual, aunque puede haber saltos temporales si el autor lo decide.
Clímax y desenlace: A menudo, el texto se estructura en torno a un conflicto que lleva a su punto álgido para luego mostrar su resolución.
Informe científico o académico
Incluye apartados muy delimitados: introducción, marco teórico, metodología, resultados, discusión y conclusiones.
Metodología: Explica cómo se llevó a cabo la investigación.
Resultados y discusión: Presenta los hallazgos y los compara con estudios anteriores.
Referencias bibliográficas: Permite al lector verificar las fuentes empleadas.
Noticia periodística
Pirámide invertida: La información crucial se ubica en el primer párrafo (quién, qué, cuándo, dónde, cómo, por qué) y luego se añaden detalles complementarios.
Objetivo: Informa hechos de manera clara y directa, dejando lo más relevante al inicio.
Estructuras adicionales y su relevancia
Marco teóricoFundamental en trabajos de investigación.
Proporciona definiciones conceptuales y revisiones de literatura relacionadas con el tema estudiado.
Discusión
Permite enfrentar los resultados obtenidos con estudios previos o hipótesis.
Su fin es analizar implicaciones, limitaciones y alcances.
Resumen o abstract
Síntesis inicial, común en artículos científicos, donde se presenta brevemente el objetivo, la metodología, los resultados y la conclusión.
Consejos para la lectura y producción de textos con estructuras claras
Identificar la tesis o idea central: En un texto argumentativo, es clave encontrarla en la introducción o en el primer párrafo.Localizar las palabras clave: En especial para textos expositivos o divulgativos, ayudan a comprender la secuencia o el propósito de cada parte.
Observar el uso de conectores: “Por otro lado”, “en contraste”, “finalmente”, entre otros, son señales de cambio temático o de conclusión.
Estudiar los títulos, subtítulos o epígrafes: Dividen el contenido en secciones más pequeñas, lo que agiliza la lectura y la localización de la información.
Relacionar introducción y conclusión: Estos apartados deben coincidir en sus propósitos, respondiendo a las preguntas iniciales y dando cierre coherente al planteamiento del texto.
Utilidad de esta competencia en evaluaciones académicas
En el ICFES Saber 11, las preguntas de lectura crítica pueden indagar por la función de un apartado específico, la intención del autor al estructurar el texto de determinada manera o la pertinencia de un título.Quienes se familiarizan con la identificación de estas partes y su función logran responder de modo certero.
Dominar esta habilidad también beneficia a estudiantes durante la Preparación Saber 11, cuando practican con ejercicios de lectura que exigen diferenciar las secciones del texto o explicar por qué un autor elige cierto orden cronológico o temático.
Ejemplo de análisis de estructura
Supongamos que enfrentamos un artículo sobre energías renovables.La introducción define brevemente la importancia de buscar alternativas limpias.
El desarrollo describe el problema de la dependencia de combustibles fósiles y propone soluciones (paneles solares, energía eólica).
Es posible que se ofrezca un contraste con ejemplos de países que ya usan estas tecnologías.
Finalmente, la conclusión retoma la urgencia de la transición energética y plantea la necesidad de mayor inversión en investigación.
Esta secuencia lógica muestra un texto expositivo con algunos rasgos argumentativos.
Queda claro el orden de la información y se comprende la postura del autor.
Reflexión final
El reconocimiento de la estructura formal del texto no solo facilita la comprensión, sino que permite una escritura más organizada.Cualquier lector o autor que identifique con precisión las partes de un texto y su función estará en una posición privilegiada para interpretar ideas o exponerlas con efectividad.
Esta habilidad resulta esencial tanto en el ámbito académico como en la práctica diaria de la comunicación, en documentos formales, divulgativos y periodísticos.
Comprender el orden y la finalidad de cada sección hace que la lectura sea más amena y el estudio más productivo.
Dedicar tiempo a analizar la estructura de un texto, preguntarse por qué se presenta un capítulo antes que otro o qué busca el autor con el uso de cada apartado, enriquece la experiencia lectora y afianza la capacidad crítica de cualquier estudiante.